Bienvenido.

Este es un blog hecho por una cabezota antitecnología, mitad niña, mitad piña, semiadiestrada (que es lo mísmo que decir cavernicolita asalvajada), por supuesto medio bruja, falta de modales y un deshonor a la inversión de mis papás en mi educación porque tengo una orotografía y redacción del terror.

No me juzgues muy duro ni te sientas personalmente aludido, soy perfeccionista pero no es algo que espero perfeccionar.

Con una sonrisa burlona LA CUCA

sábado, 18 de febrero de 2012

Esperando un milagro.


Digamos que mi vida ha cambiado un poco desde que comencé este blog, estoy en una etapa difícil que la sociedad llama depresión. Mi guía espiritual se pregunta si es una noche obscura, yo creo que es la realidad, pero ese es el truco de la depresión, creer que no hay esperanza y que nunca se puede salir, lo anterior: ilusión. He llegado a aceptar que soy depresiva, mi personalidad recae en este agujero a cada rato, tengo depresiones cortas, una semana, unas semanas, y las largas, las que duran años. Tengo las apáticas y superficiales que simplemente no hayo la fuerza para hacer absolutamente nada, incluso un poco estresantes, y las profundas que son dolientes y sanguinarias. La de esta vez lleva desde agosto y empezó como una apatía, un desgano que sólo en algunas noches se volvía en calvario y a la mitad de enero se volvió en algo más serio y pasional. Voy paso a paso descendiendo a los infiernos, ahora tengo el llanto fácil y una sonrisa torcida, malhumor cuando no es tristeza, una rabia que desemboca en un profundo dolor incluso físico.  Los días han sido hermosos, el cielo claro y despejado, cantan los pájaros y las flores brotan vanidosas, las observo y trato de sonreír, enserio trato. A diferencia de mis otras depresiones esta no me ha truncado mi trabajo, soy semi-eficiente como suelo ser y tengo más vida social que de costumbre porque tengo la firme decisión de cuidar de los que quiero con mi tiempo y cariño, y patear lejos a los que no valen mi tiempo. Sin embargo no pasa un día en que no me carcoma la vida esta tristeza. Por primera vez en mi vida pude hablar de forma decente con mi psiquiatra y ella me dio la receta de la fluxetina además del resto de mis recetas para que las pueda tener a la mano antes que cualquier otra cosa más dañina. A mi psiquiatra le da mucho miedo que yo me suicide porque ella sería la que hubiera fracasado como profesional. La muerte ha sido mi compañía por muchos años ya, en mi primera gran depresión la vi con terror, como una forma de prolongar mi infierno ya que si la vida era tan dolorosa más lo sería la muerte. Ahora la veo subiendo los hombros sin saber que pensar, supongo que mi creador me recibiría con los brazos abiertos y me consolaría y podría entender lo que no he entendido, sin embargo lo que mi psiquiatra no entiende es que no tengo intenciones de suicidarme. Es verdad que la vida para mí ahora está vaciada de sentido, pero alguna vez lo tuvo. Ya no me imagino un sentido de vida más poderoso que este estado en el que estoy pero espero un milagro. Un milagro que no sólo aplique para mí sino para muchos. Un alguien me dijo, un biólogo, que en un pequeño pedazo de tierra con sus animales y plantas se muestra el estado total del ecosistema, por lo que pienso que una pequeña persona como yo puede mostrar el estado del mundo en que vive, el mundo que la ha derrumbado a hachazos. El mundo, su gente y su espacio, tiene mucho de mí, o yo mucho de él, y yo me duelo por él y tal vez él se duele por mí. Tal vez sanando lo sane un poco a él. Espero paciente, con pocas fuerzas, observando curiosa como se desmorona la vida, mi vida. Dolor hay mucho, creo que conozco cuál es la grieta primera que hace que el árbol viejo truene, aún así no se cómo resanar tan profunda herida, soy tan sólo una mujer desnuda ante la existencia misma. Espero…

Mi amistad inservible: LA COMPUTADORA.


Buenos días todos y todas.
Descubro a mi pesar, aunque antes estaba oculto en la parte atrás de mi torcido cerebrillo que he buscado cierto apoyo en todas estas cosas internetudas, redes sociales o como les llamen. No puedo expresar mis sentimientos de viva voz, no he logrado hasta hoy pararme frente a personas de carne y hueso y decir lo que siento así que aviento una señal de rescate como en las películas, a la inmensidad de internet mientras doy patadas de ahogado en mi cuarto esperando con nerviosismo que la pestaña de FB cambié y me diga que hay 1 cosito, una respuesta. Puedo pasar horas esperando con el rostro compungido. Recibo comentarios graciosos y de apoyo pero no me siento mejor, no son lo que necesito. Aunque supongo que sé que del otro lado de mi comentario, en un lugar lejano hay otras personas que miran lo que escribo, lo leen, se identifican o no y me responden, no lo tengo consiente cuando leo sus respuestas.  Mi única relación es con la computadora. Escribo porque lo necesito, así como escribo poesía y cuentos, pinto, bailo y cualquier otra de mis cosas que hago en el más profundo secreto. Es estúpido este comportamiento que pretende obtener de una máquina el apapacho que necesito. Mis comentarios se publican apenas un segundo y desaparecen mientras yo me quedo suplicando el 1 en la bandeja de mensajes y la respuesta que nunca me satisface, por tiempo indefinido, mucho más que un millar de segundos.