Bienvenido.

Este es un blog hecho por una cabezota antitecnología, mitad niña, mitad piña, semiadiestrada (que es lo mísmo que decir cavernicolita asalvajada), por supuesto medio bruja, falta de modales y un deshonor a la inversión de mis papás en mi educación porque tengo una orotografía y redacción del terror.

No me juzgues muy duro ni te sientas personalmente aludido, soy perfeccionista pero no es algo que espero perfeccionar.

Con una sonrisa burlona LA CUCA

miércoles, 16 de marzo de 2011

LAS MUJERES TRAS EL ALTAR

Leyendo algunas cosas del boletín mensual del parlamento de las religiones del mundo: http://www.parliamentofreligions.org me quedé pensando. Prometí la lección 2 de falacias, tenía pensado la carga de prueba, algo básico al discutir, pero lo haré mas adelante (no he tenido tiempo, me faltan todavía 300 páginas de la Docta Ignorancia, acabar El Ser y el Tiempo, dos capítulos del De Amore y leer las 15 tesis de Bolivar... la vida de una filósofa es bastante ruda)

       Los links de los artículos que leí fueron sobre la participación de las mujeres como líderes religiosos. Están aquí enseguida, échales un ojo: 

http://www.parliamentofreligions.org/news/index.php/2011/03/celebrating-female-clergy/?utm_source=Parliament+Newsletter&utm_campaign=d16ad7225a-Newsletter_13&utm_medium=email ,

http://articles.philly.com/2011-03-03/news/28649483_1_female-clergy-clergywomen-associate-pastor
 y http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/03/201134111445686926.html

El último no es exactamente del tema pero viene al caso porque habla de las mujeres abriéndose paso mas que nada en la política. Seré breve, si tienen la posibilidad de leer los artículos y reflexionarlos el asunto se explicará mucho mejor sin mi ayuda. 

Desde mi perspectiva podemos considerar que las mujeres abren espacios paso por paso. Ni este artículo ni la discusión en general se trata de las mujeres por encima de los hombres, no es sobre superioridad de género, se trata de cosas tan sencillas como mujeres que consiguieron poder votar [;) jojo!] (si recordamos a nuestras queridísimas suffragettes, luego espero escribir algo sobre ellas), ir a la universidad, dar clases y el tema de este artículo en particular, ser líderes de su propia religión. 
        
       Desde mi perspectiva, las mujeres presbiteras, o como cada religión las llame, sucederá por más que algunos se quieran oponer. Tal vez yo no lo vea suceder, pero un día tendremos mujeres tras un altar en la iglesia católica. Es un paso que otras religiones ya han dado, como los artículos dicen. ¡YO LAS HE VISTO Y LAS HE OÍDO EN CONFERENCIAS A ALGUNAS DE ELLAS! ¡Excelentes, por cierto! Verdaderamente admirables. Hay mujeres rabinas, hay pastoras, nunca he visto a una imán pero hay, gurús mujeres en India desde siempre... Una de las tradiciones que aún se resiste es la iglesia católica, es triste. 









Se podrá creer que no porque algunas religiones comiencen a dar estos pasos todas las demás tienen que abrirse hacia la dignificación de la mujer. La religión católica puede esgrimir que tiene sus razones y motivos muy diferentes al resto de las otras tradiciones religiosas y habrá que revisar estas razones con mayor cuidado, porque la mayoría son razones que justifican su misoginia. He oído tantos argumentos tonos entre tontos y brillantes católicos que llevan a pensar casi que el sentido del sacerdocio está ligado de manera irrevocable con el ser hombre, pareciera que el hombre tiene una dignidad diferente, que es casi ontológicamente distinto y más divino. Aclaro, no todas las justificaciones me parecen absurdas, lo son todas las que tratan de usar a Dios como pretexto, y son más prudentes las que achacan esta situación a una estructura meramente humana que cambia apenas con pesadez.

        Revisemos: Un poquitito mas de la mitad del mundo somos mujeres. En las iglesias, en casi todas las tradiciones, si no es que en todas, somos por mucho muchas más, lo que nos lleva a la conclusión de que somos las mismas mujeres las que no creemos que seamos dignas, ni merecedoras, ni suficientes para oficiar los rituales y por lo tanto no nos apoyamos. Es como la frase popular: ¿Quién educa a los "machos"? Las mujeres, las madres. 


Tampoco hay que ser ilusos: Las tradiciones que ya tienen mujeres oficiando tienen muchísimos obstáculos, no es una batalla ni cerca de estar terminada y ganada. Las mujeres reciben un salario peor que mínimo en el seguimiento de su vocación(¡Y sí! el sacerdocio debe ser remunerado de manera justa, es un trabajo que requiere muchísima preparación. Es uno de los trabajos más cansados y que consume las 24 horas del día sin vacaciones. Dios no paga con dinero, pero sus servidores sí comen, y para exigir buenos servicios de nuestros religiosos es hora de que los empezamos a tomar enserio y a pedirles que sean testimonio o se hagan a un lado). Tampoco son fácilmente aceptadas por todas las personas, ni en algunas de sus iglesias, pero irónicamente se están volviendo mayorías en seminarios. 

Es sorprendente el impulso de estas mujeres que continúan fieles a lo que quieren a pesar de los obstáculos. Me lleva a pensar que se están formando personas que realmente quieren y están enamoradas de su ministerio y eso es para alegrarse. Ahí hay un discernimiento vocacional fuerte y acertado, porque su opción por la vida consagrada no puede ser un escondite, es un lugar para ellas vulnerable al que aún así entran. 

       Hablaba con mi madre y a ella como tal vez a muchos padres de familia, los gays le parecían una atrocidad. Mi mamá se ha ido ablandando con el tiempo. Como yo y muchos de mi edad hemos convivido con homosexuales sabemos que no son marcianos, muy por lo contrario mujeres y hombres homosexuales son nuestros mejores amigos y descubrimos que la orientación sexual es sólo la orientación sexual. Mi madre admitió que si hubiera convivido con mas homosexuales tal vez no sentiría el tema tan ajeno. Uso éste ejemplo con el único y exclusivo objetivo de mostrar, que como este asunto es el de las mujeres presbíteras en la manera en que también, resulta raro para muchas personas ver a una mujer oficiando y sólo porque no están acostumbradas rechazan la idea. No hay mas justificación que la tradición y costumbre. Sin embargo creo que hoy podemos lidiar con esto y mucho más.Y desde la religión tienen que ser estos cambios, y más si quiere que esta un espacio que traiga unidad y justicia. La discriminación debe empezar a parar desde dentro, desde sus estructuras, para poder impulsar el cambio en las estructuras del mundo. Debemos reconocer la necesidad de un mundo más equitativo y desechar a un falso dios que tiene preferencia por los hombres y los considera sólo a ellos dignos de acercársele.

       Uno de mis amigos saserodotes cree que las mujeres no deben ser presbiteras porque Jesús no ordenó mujeres, una amiga religiosa cree que no debemos sacar a Jesús de su contexto ya que el no pensaba en la mujer como líder religioso. Yo por mi parte he visto a esa misma mujer y a otras religiosas cumpliendo el papel de un sacerdote en los lugares donde no hay uno. Tal vez sin darse cuenta algunas religiosas católicas ya están abriendo sus propios espacios donde educar en la igual dignidad. Tal vez sea en esos espacios donde se de el cambio, no en grandes parroquias sino en "pequeño comite" y con gente mas interesada en el contenido que en la forma.


Tal vez en un futuro la nueva forma, las mujeres tras un altar, sea una oportunidad de llenar los vacíos de sentido y presentar a un Dios mas amoroso y no tanto un dios de conveniencia que quepa en el bolsillo. Sobre lo algunos amigos y amigas religiosas dicen, aunque son muy querid@s para mi y yo para ellos, creo que sus argumentos son justificar la costumbre. Jesús nunca pensó en fundar una religión por lo que tampoco pensaba en líderes religiosos, pensaba en que sus discípulos fueran servidores de los demás y entre estos estaban las mujeres. 
Por otro lado, el que Jesús no podía trascender las limitaciones de su tiempo es totalmente ridículo, porque si los hombres mismos pueden dar paso a cambios y a revoluciones, pasar a cosas nuevas, porqué el Cristo tendría que tener una mente tan limitada. Decir que Jesús conoció a su Padre y el amor que le tenía a Él y a todos, pero que consideraba a las mujeres inferiores en dignidad es una contradicción lógica, ni siquiera teológica. Podemos encontrar muchos textos biblícos que digan que las mujeres son inferiores a los hombres como textos que digan que son tan amadas y dignas como ellos. Jesús las llama discípulas y amigas. 

A la luz de todo el evangelio completo no hay prueba de que las mujeres no sean dignas para estar tras un altar.  Podría seguir con argumentos todo el día pues es un tema que me apasiona, pero ya me acordé de la tarea que me falta y ya perdí mucho tiempo.  


 Muchos saludos y perdón por no ser tan breve y escribir tan atropellado y con tantas faltas de ortografía por la prisa.